Por Salvador Ríos
PUEBLA
Es la Puebla el purgatorio
donde cada alma reza
que no siga el repertorio;
¡basta ya de más pobreza!
Son tiempos muy funestos
de esta Puebla legendaria;
que la sangran desde puestos
con acciones muy precarias.
Un día vino la muerte
a montar una explosión
más viró ese día su suerte
le entendió a la corrupción.
Un cielito entre las llamas
los malosos encontraron,
silenciaron las alarmas
y un edén aquí asentaron.
Mario Ayón hasta invita,
al caer el mero Grande,
por segura aquí habitan.
Así, hasta que el diablo ande
FESTEJOS REVOLUCIONARIOS
El demonio de turista visita
la cuna de la Revolución.
Dudan que al festejo asista
por la mala organización.
Jiménez Morales agoniza
con su librillo de festejos,
muy fuerte fue la paliza
por editarlo tan complejo.
Con técnicas de tortura
Alejandro Montiel grita
que no le hace a la lectura
ni en los textos que edita
en la Secretaría de Cultura
JAVIER LÓPEZ ZAVALA
Ya se muere este sexenio,
le falló al ‘de tin Marín’
pues no hubo testaferro,
ultimaron al delfín.
Unos brujos advirtieron
que Zavala era un suicida
pero absortos solo vieron
su destape en la comida.
Otros varios se peleaban
por inflarlo con encuestas,
con el triunfo ya soñaban;
muy etílicas sus fiestas.
Cada frase que él decía
más la soga le apretaba,
pero el aparato inducía
con que Puebla sí ganaba.
Ocurrió en julio cuatro.
Llegó el día lapidario.
De poco sirvió el teatro
y el PRI se fue al osario.
Sin saber que había muerto,
el de Pijijiapan deambulaba;
desoyendo cada entuerto
con el senado ya soñaba.
La parca sorprendida
lo vio huir del ataud;
cual gato perdió vidas
hasta que llegó un talud.
PRI
Sólo un hueso les quedaba
de 80 años de herencia;
agoniza el que mandaba,
se repliega en la dirigencia.
Que primero era Zavala
el que iría tras Armenta;
los rebeldes hacen gala
y se suelta una tormenta.
Con la ficha de Lastiri
simularon que había cura;
la verdad fue un harakiri
la unidad en lengua pura.
En el juego de ese infierno
a Deloya y Merino quemaron;
la opción eran un vil cuerno
y mejor ya se inclinaron.
RAFAEL MORENO VALLE
Los priista le apuntaban
con un misil pendenciero.
Ya su muerte auguraban
con el hoyo financiero.
La artimaña era de facto
pa’ matarlo de un chorrillo
pero un macabro pacto
hizo Rafa con Gordillo.
Ni la catrina marinista
aguantó la horrenda afrenta;
de un mutante aliancista
y el hedor de la maestra.
Reencarnaron los juglares
con injurias como adagios.
Ahora él en los altares
pisotea sus epitafios.
Cual nahual echó rugidos
de PRI-historia muy ratera
pero a días de ser ungido
ese león cambió a pantera.
Protestó por unas tierras
que en tinieblas se ofertaron;
de ambos lados hubo fieras
y los otros desertaron.
ANA TERESA ARANDA
En la lucha por el hueso
Ana Tere lanzó un entuerto;
le cortaron el pescuezo
y auguró un partido muerto.
Hay hojaldras y teleras
entre los que ahora dominan;
la doña ríe, pues se entera
de las migajas para el PAN.
Ahora ella se repliega
con Eduardo Rivera;
busca nichos en friega
para todo el que quiera.
PAN
Quién diría que en plena misa,
para el velorio tricolor
a su doctrina hicieron triza
alojando a un priista desertor.
Escondieron su logotipo,
con la chusma se juntaron;
por el susto les dio hipo
y al final los desplazaron.
JAVIER GARCÍA RAMÌREZ
Le invirtieron mucho varo
a la Célula y su drama.
Fue un panteón de lo más caro
No se para ni un alma.
La catrina muy osada
fue al Centro Expositor,
le movía la estructura
para no hacerlo cumplidor.
Hay algunos que le auguran
un final muy espantoso;
que investigaciones apuran
para mandarlo al calabozo.
BLANCA ALCALÀ
El reloj de la alcaldesa
marca a tiempo su ocaso;
con un bache se tropieza
no pasó ni de panzazo.
Con discurso acartonado
a la calaca fastidió
ni el CEN ni el Senado
ésta le concedió.
Deja inerte la ciclo vía,
una fosa en el Carranza
y blanquita al fin del día
disimula toda tranza.
ENRIQUE AGÜERA
Con Acento bien marcado
pretendían cavar su fosa
lo acusaban de atascado
y comprar cientos de cosas
Querían estirón de pata
al lanzarle esa jara;
no hubo efecto con la nota
aunque sí estiró… la cara.
Más carita que Don Cuco
confundió a la calavera,
disfrazado de pachuco
concluirá hasta el fin su era.
FELIPE CALDERÓN
Él salió más eficiente
que la mismísima catrina;
se soltaron muchas muertes
por dar al narco su madrina.
Dice él que va ganando
(“El Infierno”es más realista)
y como la está calabaceando
ya echo culpa a los foxistas.
El presidente del trabajo
extendió acta de muerte;
al SME mandó al carajo
Necaxa cambió su suerte.
ENRIQUE PEÑA NIETO
La catrina estaba harta
de ese gober y su risa.
De su muerte sacó la carta,
que la frena Televisa.
Un conjuro y toda la cosa
le armó a Peña Nieto
fabricó la nota rosa
y a sus detractores el veto.
Pero no contaba con el infarto
y en su contra hubo palabras;
por una niña muerta en su cuarto
y salir con su batea de Bazbaz.
Marcelo Ebrard
En Sodoma y Gomorra
convirtió a la capital;
el 2012 se fue a la gorra
lo excomulgó un cardenal.
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