martes, 10 de diciembre de 2013

De la RUTA y otros trascendidos

Que unos 180 de los 192 “socios” de la primera línea de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA) andan preocupados, molestos y llenos de dudas sobre la forma en que se conduce la empresa y el fideicomiso que administra los ingresos por su estrecho vínculo con la Secretaría de Transportes.  
A un año y medio, los transportistas ignoran dónde quedaron sus concesiones, las cuales cedieron para convertirse en accionistas pero es el día en que no cuentan con algún papel que los acredite como tales y además se les niega información sobre los estados financieros de la empresa constituida en junio del año pasado.     
Los ocho concesionarios que figuran en el acta constitutiva levantada por José Alejandro Romero Carreto, Notario Público 5 de Huejotzingo: José Luis Gómez Robles, Miguel Ángel Aceves Méndez, Andrés Coanani Coelo, José Manuel Coyotl, Benjamín González Loyola, José Luis Espinosa, José Enrique Huanetl y José Eustaquio Coaya, se han negado sistemáticamente a respetar un acuerdo para la realización periódica de asambleas en las que se tomen, de manera colegiada, las decisiones de la empresa y se informen los estados financieros.  
Estos personajes amagan con declarar en quiebra la empresa si es que los quejosos insisten en la realización de asambleas pues a pesar del discurso oficial de incremento de pasajeros les dicen que no hay dinero.   
Actualmente, por cada concesión, los transportistas reciben al mes 6 mil pesos cuando antes obtenían hasta 30 mil pesos en ese periodo.
Cuando inició la RUTA se decía que unos 40 mil pasajeros la utilizaban pero antes de que Carlos Zurita García saliera de la Subsecretaría de Transporte el número oficial era de 70 mil pasajeros, no obstante los 6 mil pesos se mantienen.    
Los ocho integrantes formales de la empresa arguyen a los otros concesionarios que “la ST no suelta más dinero” cuando en teoría, la dependencia solamente cumpliría una función de asesoría y acompañamiento para la constitución de la empresa.
Según los concesionarios afectados, la empresa ATT Maximus se encargaría de recaudar el dinero, lo pasaría al fideicomiso y este a la empresa para su respectivo reparto a los socios, no obstante aseguran que del fideicomiso pasa a la ST y por ello ocurren las trabas que ha generado retraso en los cobros y falta de transparencia en el manejo de las ganancias.    
Herencias de Carlos Zurita.  

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Que en el gobierno estatal andan sobrevalorando los poderes de hackeo del ex secretario de Gobernación, Valentín Meneses Rojas, pues le atribuyen la autoría intelectual de intromisiones cibernéticas a sus bases de datos y filtración a medios de comunicación.
La hipótesis que ronda en los pasillos de Casa Puebla salió a colación por el retiro de concesiones de la Ruta Bicentenario que habría dañado los intereses del marinista.
Lo curioso es que si se saben vulnerables en sus sistemas (puesto que portales de Internet, servidores o la plataforma DeclaraPue han sido blancos de hackers), sigan buscando responsables exógenos cuando en lo interno no han logrado blindar su información.  
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Que contrario a lo que se piense, Pablo Montiel Solana, ex secretario de Gobernación en la Administración de Eduardo Rivera Pérez, aunque lo quiera, no podrá salirse del redil legislativo que se imponga desde los autores intelectuales de la llamada coalición “Puebla Unida”.
Cuentan que la fuente de financiamiento de campaña del futuro diputado local no fue precisamente el Yunque, como sí lo fue de Francisco Rodríguez Álvarez, pues desde el Fuerte de Loreto se palomearon los apoyos que recibió el panista tanto para el desarrollo de la campaña como para el llamado “día D”.
Hasta el próximo miércoles.
Twitter: @elsalvadorrios