martes, 11 de marzo de 2014

Las broncas de Aréchiga

FOTO: Ayuntamiento de Puebla
Más allá del desatino de su dependencia para coordinar la logística de la primera gira del presidente municipal de Puebla capital Antonio Gali Fayad a la junta auxiliar de San Miguel Canoa, el Secretario de Gobernación Municipal, Guillermo Aréchiga Santamaría, enfrenta sendos conflictos al interior de su dependencia que van de la gobernabilidad interna a la regulación de ambulantes y la organización de elecciones en juntas auxiliares.
Aréchiga mostró su novatez el jueves 6 de marzo cuando la falta de oficio propició que le reventara una manifestación a pesar de que días antes en su dependencia se generaron fichas que apuntaban sobre inconveniencias para realizar el evento del alcalde, pero no solo eso.
También se vio muy optimista, el pasado 2 de marzo cuando declaró que antes de los 100 primeros días del gobierno de Gali se lograría la reubicación de los ambulantes que se encuentran sobre la avenida Fidel Velázquez  y de manera particular aquellos que están en las inmediaciones del Hospital General del IMSS.
Aréchiga pretende hacer en 100 días lo que el ayuntamiento de Eduardo Rivera Pérez no pudo en tres años.  
Sólo frente al nosocomio hay un problema de fondo que hace complejo el tema: que las organizaciones 28 de Octubre y Doroteo Arango no están dispuestos a perder los espacios que les concedió la administración municipal de Blanca Alcalá Ruiz a través de quien fuera su secretario de Gobernación, Juan de Dios Bravo Jiménez.                        
En ese trienio, los de la 28 lograron lugares para 12 de sus agremiados y los de la Doroteo para 13 como una suerte de reubicación a una zona tolerada pero al día de hoy esos espacios rondan en los 40. 
A ello hay que sumarle los ambulantes de Antorcha Campesina y los de organismos independientes que están en esa zona.   
De los 100 días, a éste miércoles ya se agotó una cuarta parte y los comerciantes informales de La margarita se mantienen sin la más mínima intención de moverse.
A favor del secretario de Gobernación pesa que de proponérselo puede disponer del apoyo de la fuerza pública estatal.       
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Por si fuera poco, la renovación de las juntas auxiliares está en puerta y el hecho de que la Semana Santa se anteponga en el futuro inmediato generará un desgaste y utilización de la estructura de Gobernación para vigilar la masiva celebración religiosa.    
No obstante el verdadero problema, para Aréchiga, en cuanto a los comicios para definir a las próximas autoridades subalternas, es que tiene poco control del tema puesto que Erich  Ziehl  Loera, secretario particular de Antonio Gali es quien lleva la voz de mando en ese y otros asuntos.     
En tiempos de la transición, fue Ziehl  Loera quien recibió y dio el visto bueno a prospectos de aspirantes a ediles subalternos para recibir algún tipo de respaldo o apoyo. De hecho en el propio ayuntamiento hay quienes comienzan a ver que el particular del edil goza de un tramo de poder que le correspondería, sí, al secretario de Gobernación.    
¿Será que Aréchiga no se apasiona con el puesto que tiene porque estaría de transición en ese encargo en lo que llegan las definiciones para el 2015, que lo coloquen como candidato de Nueva Alianza por una diputación? 
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Ya que estamos hablando de Aréchiga y la forma en la que está sorteando el encargo para el que fue contratado, una fuente normalmente bien informada me asegura que el ex diputado ha requerido de los servicios de Antonio Acebedo Caballero como uno de sus operadores.
Acebedo se mantiene como encargado del Instituto de Estudios Legislativos del Congreso del Estado y no figura en la nómina del Ayuntamiento de Puebla. La ayuda debe ser “de cuates”. 
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Hasta el próximo miércoles.
Twitter: @elsalvadorrios




martes, 4 de marzo de 2014

Las posiciones que no logró Manzanilla

Mucha tinta se ha utilizado para plasmar las desavenencias que existieron o existen entre el ex secretario General de Gobierno y desertor de una diputación plurinominal Fernando Manzanilla Prieto y el morenovallismo.    
Unos ven sinceridad en su activismo dentro del PAN por camino distinto al del gobernador del estado y otros conservan dudas sobre la existencia de un auténtico rompimiento.  
La realidad es que sus allegados no son bien vistos por el grupo en el poder y los ejemplos son cada vez más visibles. 
Además de los despidos, naturales, durante el cambio de una administración a otra, de un equipo de trabajo por otro, en el Ayuntamiento de Puebla se han suscitado otros que pudieran suscribirse como un daño colateral a partir de la postura de manzanilla por transitar por distinto camino al del inquilino de Casa Puebla. 
Son dos despidos correspondientes a dos posiciones con las que se daba por satisfecho el también promotor de la felicidad.
Uno de esos espacios lo pidió para Francisco López Sierra, quien se desempeñó como su secretario particular cuando estaba en la Secretaría General de Gobierno y lo siguió en la coordinación.
El trato era que López Sierra se convirtiera en el secretario privado del alcalde y en términos estrictos así fue. Cumplió tales funciones a partir del 15 de febrero, fecha del arranque de la administración, continuó el 16 pero al día siguiente le dijeron que muchas gracias pero que ahí no podía estar.
Aunque oficialmente está fuera de la nómina del gobierno municipal, le han prometido que los reubicarán en otra área, ya se verá.                   
El otro el de Miguel Abad Carrillo, quien fungió como asesor en la coordinación de transición del Ayuntamiento de Puebla y posteriormente se integró a la Oficina de la Presidencia encabezada por Héctor Hernández Sosa, con quien trabajó de la mano en la campañadel entonces candidato Antonio Gali Fayad.
El pecado de Abad fue no bajarse de la lista de aspirantes a consejeros del Consejo Nacional del Partido Acción Nacional cuando se lo solicitaron de manera imperativa mediante llamadas telefónicas provenientes de alguna oficina gubernamental. Y tan no se bajó de la contienda que su nombre apareció en la lista que se votó el pasado 23 de febrero.            
Hoy Abad se mantiene cercano de Manzanilla en la complicada estrategia del equipo de Ernesto Cordero y Juan Manuel Oliva para disputarle la dirigencia del PAN Nacional a Gustavo Madero.   
Dicen que Gali intentó respetar los acuerdos con el que fuera su coordinador de campaña, pero una fuerza superior lo obligó a reconsiderar los compromisos.    
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Al buzón del reportero llegó un mail de un contador que coincide con lo expuesto la semana pasada en este espacio en el sentido de las dificultades que auditores externos de pequeños despachos tienen para conseguir contratos de los ayuntamientos municipales cuyos presidentes piden a cambio un “anticipo” en efectivo, equivalente al costo del primer año de auditoría.   
Le reproduzco unos fragmentos: 
“Mientras la Auditoría Superior del Estado no designe por sorteo qué integrante del padrón realiza tal auditoría a tal municipio o entidad y mientras no sea la propia Auditoría, por medio de la Secretaría de Finanzas, la que realice los pagos correspondientes a honorarios por las auditorías externas no se logrará el objetivo de la llamada transparencia pues hoy en día hay una dependencia e injerencia de los presidentes municipales o directores de las entidades”.      
“Así que de nada sirve depurar el padrón de auditores externos y poner restricciones de parte de la ASE para integrar el padrón de Auditores Externos. Y en efecto, como usted lo dice, si los alcaldes están pidiendo su mochada para contratar a nuestros despachos y peor aún, si hay quienes le entran a estas prácticas, ¿Qué se puede lograr con esas auditorías? ¿Tendrán algún valor?”        
Hasta el próximo miércoles.
Twitter: @elsalvadorrios