por Salvador Ríos
Si mentir es pecado, no tendría por qué dudar de los comentarios que entre sacerdotes poblanos corren sobre la relación que existe entre el gobierno estatal en turno y la Arquidiócesis de Puebla, la cual perciben con un toque de enfriamiento, en comparación con la conducción existente hasta antes del 1 de febrero.
Los vientos de cambio de partido y de gobierno, lejos de acentuar una comunión con la llegada de un gobierno de Acción Nacional (PAN), partido histórica y estatutariamente ligado con el catolicismo, parecen, desde dentro, dirigirse en un sentido opuesto.
Algo de cierto debe haber en esa percepción o si no, cómo se explica que el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa calificó como “buena” la relación con el ex gobernador Mario Marín Torres a pesar del poco tiempo en el que coincidieron sus encargos (incluso le puso un 8.5 de calificación) y al gobernador entrante, Rafael Moreno Valle Rosas, aún no le asienta un adjetivo. De hecho, cuando se le pregunta, el religioso acota con un “de mi parte no hay distanciamiento”.
Desconozco si en efecto hubo algún tema, favor, apoyo o beneficio que se hubiera truncado como para generar un ambiente de tensión pero algo que no se ha afectado es la asignación de una patrulla que escolta a Sánchez Espinosa en sus viajes por carretera.
Recordará el lector que el 3 de octubre de 2009 por la noche, Monseñor Víctor Sánchez sufrió un accidente carretero cuando se dirigía a Teziutlán; bueno, pues desde entonces la administración de Mario Marín designó una patrulla para escoltarle en sus viajes pues cuando no maneja él su unidad le asiste una religiosa. El apoyo no se le ha suspendido con el cambio de gobierno.
Por otra parte, desde el 1 de febrero, fecha en la que se dio el cambio de administración, ambos personajes se han reunido en dos ocasiones, una de ellas en Casa Puebla y la otra en el domicilio particular de Monseñor en Huexotitla.
En estos encuentros se ha apalabrado, de manera informal, puesto que no existe fecha, la posibilidad de que los Vicarios y Secretarios del prelado se entrevisten con los secretarios que están relacionados con los temas de educación, seguridad, desarrollo, familia y Economía como para tocar asuntos que construyan una agenda en común.
El tiempo dirá de qué forma madura esta relación, entre ambos “poderes”.
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Ya encarrilados en el tema religioso, so pretexto de la exhibición de los gustos tecnológicos del Cardenal Norberto Rivera Carrera, el pasado Miércoles de Ceniza, cuando utilizó una iPad en lugar de Biblia para dar lectura al Evangelio, le cuento que don Víctor Sánchez también tiene una de estas tablets.
Su formación como doctor en Liturgia difícilmente empatará con la idea de utilizar este dispositivo para utilizarlo en alguna homilía aunque está visto que tampoco le disgusta la tecnología, la Internet y las redes sociales.
Ahora bien, la adquisición de su iPad no se trató de una compra compulsiva, más bien de un regalo que aceptó de la precandidata del PAN a la Presidencia Josefina Vázquez Mota, a principio de año.
Sólo para aclarar y más bien recordar, fueron 83 los religiosos y religiosas del país que fueron incluidos en una lista de beneficiarios de estos presentes.
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Aprovecho este espacio para dirigirle un fraterno abrazo a Monseñor Eugenio Lira Rugarcía, quien sufrió la irreparable pérdida de su madre, la señora María Guadalupe Rugarcía Bou. Este día a las 10:00 horas en el Seminario Palafoxiano se celebrará una misa de cuerpo presente.
Sus comentarios a salvador_solpue@yahoo.com.mx o el twitter @elsalvadorrios
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