Por Salvador Ríos
Pues que siempre no. Contrario a los pronósticos que daban como ganador a Juan Carlos de la Hera Bada de la notaría pública número uno, del distrito judicial de Tetela de Ocampo, una fuente digna de crédito me asegura que el designado será (o es) Isaí Gracida Martínez, pues las cosas se complicaron para el primero tras el examen que presentó de mejor manera el segundo durante la noche del sábado.
Como los integrantes del Consejo del Colegio de Notarios y los representantes de Gobernación se vieron presionados ante la evidente superioridad en la destreza y fluidez de Gracida para responder a los cuestionamientos, para conceder al Consejero propietario del Instituto Electoral del Estado la patente, optaron por la vía del empate como para ganar tiempo en la determinación final.
No obstante, las declaraciones de Arturo Díaz González, presidente del Consejo del Colegio de Notarios, a la reportera de este diario, Belén Cancino, apenas unos minutos después de concluido el examen mostró su desconocimiento de la ley al asegurar que se haría una revisión exhaustiva a los exámenes oral y escrito de los dos aspirantes para tomar una determinación.
Valentín Meneses, secretario de Gobernación, abonó al enrarecido proceso al dar como alternativa la aplicación de un segundo examen cuando, la Ley del Notariado es muy clara al respecto y fue el propio Isaí Gracida quien se encargó de subrayar la inconsistencia legal de ambos planteamientos.
“Concluido y calificado el examen de todos los candidatos, será declarado triunfador el que resulte con una mayor calificación. En caso de empate, el titular del Poder Ejecutivo del Estado elegirá al triunfador (…). La decisión del Titular del Poder Ejecutivo del Estado y del jurado es inimpugnable”, establece el Artículo 52 y así fue como se llegó a la determinación.
Gracida Martínez cuenta con 16 años de experiencia como notario suplente, uno de ellos lo hizo en la notaría de Huauchinango y los últimos 15 en Libres, además de nueve años más como auxiliar en la Notaría 31 de la Ciudad de Puebla.
Curso para gastar dinero
público con fin privado
En el Centro Iberoamericano de Posgrados Asociación Civil (Cipac) deben andar muy preocupados con el fin de la administración municipal de Blanca Alcalá Ruiz, la cual, me refiero a la administración, de manera directa o indirecta aportó recursos, económicos, humanos y materiales, mediante la contratación de cursos y diplomados para empleados de la administración o bien a través de vehículos oficiales, papelería y presuntos empleados municipales que en realidad prestaron o prestan sus servicios en la 47 poniente Número 1156 de la colonia Reforma Agua Azul, donde se ubica dicho centro.
Me explico.
Varias son las suspicacias que se generan por el vinculo del Cipac- Ayuntamiento y la más destacada es que Román Lazcano Fernández, sindico municipal, aparece como copropietario del inmueble y la citada institución.
Juan Pablo Suárez, quien se ostenta como juez calificador de la administración municipal, en realidad tiene funciones para la coordinación de eventos académicos en el Cipac y por si fuera poco, quienes conocen de cerca el movimiento de la institución, aseguran que en varias ocasiones, los ponentes para determinados cursos eran trasladados de la Ciudad de México a Puebla en vehículos oficiales de la comuna.
Otro caso es el de Edgar Parra Ratia, asesor de la Sindicatura Municipal y que ostenta un cargo directivo en el Cipac.
Mayola Ocaña Martínez, asignada como secretaria en el área de los juzgado calificador del Ayuntamiento, se encuentra como recepcionista en el Cipac; sólo basta preguntar ¿con quién tuve el gusto?, al teléfono 240 62 52 para que le reitere su nombre. Ella se encuentra de 9:00 de la mañana y puede estar hasta las 20:00 horas en su escritorio sin que alguien pueda responder en qué momento devenga su salario en el municipio.
Entonces ¿o estas personas son omnipresentes y les pagan doble por tales funciones o trabajan en un solo lugar a costa del erario?.
Los propios trabajadores del Cipac fueron testigos silenciosos de cómo papelería que se presume municipal llegó al inmueble de Reforma Agua Azul en un Chevy y en un Pointer, ambos con rótulos oficiales de la Comuna, los cuales también eran ocupados para promocionar los rentables cursos en otras ciudades, fuera del estado.
Y de la utilización del Cipac como centro de operaciones y logística en tiempos de campaña, para repartir propaganda, convocar por las buenas a la burocracia, apoyar al fallido candidato a la alcaldía Edgar Chumacero, mejor ni hablamos.
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El ex diputado federal panista, Guillermo Velázquez González, encontró cabida en el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas pues se ve como el virtual sucesor de Víctor Gabriel Chedrahui, al frente del Instituto para la Asistencia Pública del Estado de Puebla (IAPEP).
Sus comentarios a salvador_solpue@yahoo.com.mx
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