En menos de 24 horas, el dirigente estatal del Partido
Acción Nacional, Rafael Micalco Méndez,
anunció y luego corrigió la fecha para la renovación del Comité Directivo
Municipal de ese partido en Puebla capital, de enero a diciembre; sin embargo,
la realidad es que al día de hoy se encuentran entrampados los acuerdos para
destrabar la unción de Pablo Rodríguez
Regordosa en esa posición e incluso ya se piensa en un escenario: el de la
confrontación.
Un escenario que truene la mesa de negociación y que obligue
a las partes a polarizarse al grado de que si no es Rodríguez se abra una
batalla encarnizada entre el morenovallismo y el Yunque donde cada uno de los
grupos postule a su mejor contendiente.
Bajo esta proyección, todo indica que por el bando de Casa
Puebla quien iría a la contienda es el aún diputado Jesús Salvador Zaldívar Benavides, quien en septiembre pasado hizo
explícito su interés de buscar la posición utilizando como bandera el trabajo
político que ha hecho de manera cercana al gobernador Rafael Moreno Valle.
Mientras que el grupo del edil Eduardo Rivera Pérez pudiera
cerrar filas para apuntalar la reelección de Gerardo Maldonado Balvanera, quien en estos días nada
de a muertito pero que de darse la polarización reconsideraría su negativa
a mantenerse como dirigente municipal.
Y entonces sí, los grupos se darían con todo por el control
del último reducto del yunquismo poblano; Zaldívar contra Maldonado.
***
Fuentes cercanas a la negociación de los panistas aseguran
que no existe otro nombre sobre la mesa de negociación para ocupar la
dirigencia municipal que el del diputado electo Pablo Rodríguez.
Del lado morenovallista los atributos van en el sentido de
que es el único que puede generar los consensos entre los grupos y del lado
yunquista, sus negativos van orientados a que su cercanía con Casa Puebla no
les garantiza que vele por los intereses de los panistas de cepa.
Si bien es cierto que el escenario de la polarización es
real, también lo es que el grupo comandado por Rivera Pérez ha optado por la
vía de los acuerdos, a pesar de que no les han sido del todo favorables
recientemente.
Entre los panistas tradicionales hay un dicho de origen
español que se ha vuelto moda: “el horno no está para bollos” y por eso la
renuencia hacia Pablo Rodríguez podrá disolverse de aquí a diciembre.
Los temas que se negociarán incluyen las plazas laborales en
el Ayuntamiento de Puebla, la integración del comité directivo municipal, la
coordinación de la bancada de los diputados panistas en la próxima legislatura
estatal y las propias reglas para la conformación de los demás comités
directivos municipales en el estado.
En estos vaivenes, la fecha fatal para que las partes
lleguen a un acuerdo se ha desfasado, primero de octubre a enero y luego de
regreso a diciembre.
Apenas el lunes Micalco habló de un calendario para la
renovación de diferentes comités municipales donde se incluirían los municipios
más importantes: los conurbados y la capital, el cual estaría, según sus
palabras “completo a partir del mes de enero”.
De inmediato, las lecturas que se dieron fueron en el
sentido de ampliar el tiempo para las negociaciones que hoy lucen entrampadas y
reducir el margen de poder del presidente municipal saliente Eduardo Rivera
dentro del panismo de la capital, que aún conserva.
Ayer, el propio dirigente panista corrigió en entrevista con el reportero Efraín Núñez que este mismo año el de
Puebla capital sería el único que lanzaría su convocatoria este mismo año,
entre el 8 y 15 de diciembre para que antes de que concluya el año se defina al
sucesor de Gerardo Maldonado.
Hasta el próximo miércoles.
Twitter: @elsalvadorrios
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