Durante
los días de la “tersa” transición entre los gobiernos del saliente Mario Marín Torres y del entrante Rafael Moreno Valle se acordó un
decreto para que se brindara un equipo de seguridad a los ex gobernadores pero
además a aquellos secretarios que hubiesen tenido una responsabilidad delicada
que pusiera en riesgo sus vidas.
De
esta forma, a su salida, en enero de 2011, además de Mario Marín, los ex
secretarios de Gobernación, Valentín
Meneses Rojas, de seguridad, Mario
Ayón Rodríguez y el ex procurador de Justicia, Rodolfo Igor Archundia Sierra gozaron de servicios personales de
escoltas calificados y facultados para portar armas.
En
teoría, los aludidos personajes gozarían de este beneficio, a costa del erario,
por un lapso de cuatro años, con opción de solicitar una ampliación.
No
obstante, la canonjía les duró menos de dos años ocho meses pues de buenas a
primeras, la administración morenovallista decidió dar la orden de suspender
los sueldos a los cuatro escoltas que en promedio tenían cada uno de los ex
funcionarios .
Hace
un mes, la Corporación Auxiliar de Policía de Protección Ciudadana, de donde
salen los sueldos de los guaruras, canceló los recursos sin mayor justificación
que un aparente ajuste presupuestario que no ha pasado por una modificación a
la Ley de Seguridad Pública del Estado.
Sin
embargo, hasta donde se sabe la medida mantiene intactos los beneficios hacia
Marín Torres quien cuenta con una plantilla de ocho escoltas a sus servicios.
En
febrero de 2011 trascendió que el ex gobernador Marín contaba con un grupo de
elementos pagados con recursos públicos pero que a decir del entonces
secretario de Gobernación, Fernando
Manzanilla Prieto, no formaba parte de un acuerdo entre los gobernadores
saliente y entrante.
***
Harto curioso han resultado los argumentos del dirigente Nacional del Partido
Acción Nacional para defender la iniciativa para la construcción de un Instituto
Nacional Electoral (INE) que supla al Instituto Federal Electoral y a todos los
organismos del ramo en los estados.
De
acuerdo a las declaraciones del dirigente panista, rescatadas de la prensa, ha
dicho cosas como las siguientes:
Que
"hay un compromiso de
crear un instituto nacional electoral que evite comportamientos sesgados de
autoridades ante un poder como es el de los gobernadores".
Que “el catálogo de vicios es grande,
las mañas son innumerables, en la reforma electoral estamos promoviendo un
Instituto Nacional Electoral para superar la vulnerabilidad que tienen los
institutos estatales electorales. (Buscamos) institutos más independientes,
actualmente no se justifica tener dos estructuras de manera paralela”.
O que “el PAN es federalista, no
feudalista. En México los gobernadores se han convertido en señores feudales y
esto es lo que se quiere combatir subsidiariamente hasta que no se tenga un
congreso que les ponga un contrapeso a estos señores feudales”.
Por supuesto, como
es de esperarse, el presidente nacional del PAN se erige como el portavoz de la
democracia encarnada y exime a los gobiernos emanados de su partido de la
crítica y oculta la mínima sospecha de que en las entidades que gobierna (Baja
California, Baja California Sur, Guanajuato, Oaxaca, Puebla, Sinaloa y Sonora)
se repliquen las mismas prácticas que le endosa al PRI.
Todo bajo el
supuesto de la mera alternancia, como si esta fuera por definición y praxis una
garantía de un ejercicio político aséptico.
Luego porqué los
acusan de tener doble moral.
Hasta el próximo
miércoles.
Twitter:
@elsalvadorrios
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