martes, 16 de julio de 2013

La joya azul que le falta a la corona del rey

Una vez transcurridos los comicios electorales, donde Puebla Unida logró el máximo de diputados posibles (26) y de gobernar a más del 60 por ciento de los poblanos a través de gobiernos municipales, incluida la capital poblana, se avecina una nueva batalla, menor por sus proporciones, pero simbólica para sus actores.
Una batalla que será definitiva en una guerra que se sostiene desde el arribo morenovallista a las filas del Partido Acción Nacional (PAN). Que tiene que ver con el último reducto del panismo doctrinario en dónde la militancia ha mostrado resistencias para alinearse a las decisiones del poder.
Para el mes de noviembre, y para el caso que nos ocupa, los panistas de la capital deberán de decidir el rumbo de la dirigencia municipal del PAN.
Tres son los tiradores visibles o probables.
Por una parte Gerardo Maldonado Balvanera, actual dirigentepretenderá la elección por un periodo trianual más, al que estatutariamente está permitido aspirar. Aunque entre la militancia se percibe distante, aprovechará el contexto de triunfo de Puebla Unida y el hecho de ser el suplente de Antonio Gali Fayad en la presidencia municipal para apuntalarse en la dirigencia.
Con la venia del edil Eduardo Rivera Pérez, la derecha poblana impulsará al actual secretario de Gobernación municipal, Eduardo Alcántara Montiel a quien le atribuirán parte de la estrategia electoral que contribuyó a los resultados del domingo 7 así como el conocimiento de los panistas y su operación política.                    
Por el lado del morenovallismo, es probable que, en un esfuerzo por hacerse del control del partido a nivel municipal, se impulse al operador Genaro Ramírez Rojas o a Raymundo Israel Mancilla Amaro, este último por tener muy fresco el tema de los refrendos de militantes bajo la batuta de Fernando Manzanilla Prieto   

RINCÓN, EL PRIMER “JUANITO”
Ayer, el recientemente candidato ganador de Puebla Unida por la diputación del Distrito 17, con cabecera en Amozoc, Mario Rincón González, se convirtió en el primer “Juanito” de la próxima legislatura local como parte de una estrategia preestablecida y medida en función de las proyecciones  electorales que se observaron durante el tiempo de los acuerdos para el reparto de candidaturas.
Resulta que su nombramiento como nuevo titular de la Secretaría de Desarrollo Social, está ligado con la cuota de espacios que se le concedieron al dirigente estatal del Partido Acción Nacional, Rafael Micalco Méndez.       
La dependencia operaba con un encargado de despacho pues en abril pasado, su entonces titular Salvador Escobedo Sotelo dejó el encargo para contender por la diputación por el distrito 21 con cabecera en Atlixco.  
Con la llegada de Rincón como secretario por lo que resta del sexenio morenovallista, según el acuerdo, se le abre el espacio a su suplente Francisco Mota Quiroz para llegar al Congreso del Estado a partir del 15 de enero. 
Mota Quiroz actualmente se desempeña como secretario particular de Micalco y en tiempos de Juan Cárlos Mondragón Quintana ocupó la Secretaría de Fortalecimiento Interno del Comité Directivo Estatal panista, cargo desde el que, por cierto, enfrentó a Roberto Grajales Espina y Ángel Alonso Díaz Caneja.
Según lo establecido Francisco Mota será diputado por tres años y al concluir el sexenio le reintegrará el espacio a Rincón por el año nueve meses que resten a la atípica legislatura, siempre y cuando éste último no sea requerido en 2015 para otra candidatura.  
Hasta hoy ese es el único movimiento que va en el sentido de favorecer a un diputado suplente pero no descarte que en la conformación del gabinete del edil electo Antonio Gali Fayad, otro perfil legislativo titular sea requerido.     
Hasta el próximo miércoles.
 Twitter: @elsalvadorrios


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