martes, 18 de septiembre de 2012

Los aviadores, de Lastiri


Un pacto no escrito debió romperse entre Fernando Morales Martínez y Juan Carlos Lastiri Quiroz como para que se ventilara la existencia de aviadores en el Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Si bien es cierto que el tema pareció un mero distractor o una suerte de cortina de humo para que el dirigente interino tomara un respiro frente a las múltiples y fundadas acusaciones sobre sus excesos y omisiones al frente del partido, también lo es que el destinatario del coletazo es su antecesor.      
Dicen que del lado del hijo de Melquiades hubo una interpretación de que parte del (merecido) golpeteo mediático y partidista hacia su dirigencia provenía de gente ligada a Lastiri y que con sus declaraciones sobre los aviadores y la concreción de los despidos pondría un alto.
Nada mejor que buscar culpables para desentenderse de su responsabilidad.
Desde el jueves pasado, cuando se hizo pública la versión del despido de 60 colaboradores del tricolor, en la dirigencia estatal se pretendió hacer creer que la mayoría de los casos pertenecían a un universo de aviadores.    
“No podemos mantener una estructura obesa, donde tenemos gente que no está colaborando directamente en el partido”, explicó entonces María de los Ángeles Mendoza Escalante, secretaria administrativa del PRI para justificar el recorte de personal anunciado.
La verdad es que los nombres de personas que recibían dinero se reduce, en efecto, a seis, cinco de ellos, ligados directamente a Juan Carlos Lastiri.   
Ayer el ex dirigente del tricolor habló de César Rodríguez (alias El Tiburón), chofer de Beatriz Paredes, quien cobró en el PRI de Puebla durante su gestión pero, como era de esperarse, negó que estuviera de aviador.        
En parte no mintió pues el susodicho operador del volante devengó un sueldo trabajando para los ex delegados Paloma Guillén, Armando Ballinas Mayés y cuando mucho un mes para Ranulfo Márquez. Luego Paredes, en efecto lo mandó a llamar a la Ciudad de México,  pero se les olvidó retirarlo de la nómina.            
Lo que Lastiri no dijo es que otro chofer, pero éste a sus servicios, de nombre Enrique Arenas, quedó encargado en la nómina del tricolor a pesar de que dejó de prestar sus servicios en el Comité Directivo hacia la segunda semana de febrero, cuando el primero dejó la dirigencia para arribar a su frustrada participación en la segunda fórmula de candidatos al senado.      
¿Quiénes son los otros aviadores?
De los cuatro restantes le puedo confirmar tres, todos ellos ex trabajadores directos del aludido político quienes cobraron hasta la última quincena de agosto a pesar de que su jefe salió a mediados de febrero.
Uno de ellos es Juan Manuel Arroyo, quien era secretario técnico y a quien se le vio con recelo entre los que si trabajaban porque no se explicaban cómo podía cobrar en Puebla sin hacer nada y recibir otro sueldo en el Comité Ejecutivo Nacional priista ya que Lastiri lo llevó consigo a la Secretaría de Gestión Social, donde actualmente despacha.       
También se encuentran Ariel Álvarez Fernández y Enrique Rivera, quienes fungieron como sus secretarios particular y privado, respectivamente.      
¿Será que ese pacto se acabó en la medida de que se fueron esfumando los recursos gestionados por Lastiri?
***
Tómelo con reservas pero una fuente confiable me asegura que es cuestión de horas o de pocos días para que la delegada en Puebla de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), Yvón Gutiérrez Vázquez, renuncie al cargo pues se entiende que asumirá la titularidad del Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Puebla (ICATEP).     
La aún funcionaria federal se hizo de enemistades de presidentes municipales por incidir en que recursos del Programa de Infraestructura Básica para la Atención de los Pueblos Indígenas (PIBAI) fueran centralizados por el gobierno estatal.
Lo espero el miércoles próximo.
en Twitter @elsalvadorrios 

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