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martes, 23 de abril de 2013

Agüera mejor que Gali… en Twitter


Quien diga que las redes sociales no influirán en el proceso electoral del 2013 minimiza una herramienta de comunicación valiosa, sobre todo para llegar a públicos jóvenes de votantes que de alguna forma influirán en la decisión de quienes los rodean.
Pero, de igual forma, aquellos que postulen que en México o en Puebla, una elección se ganará en las redes sociales, también peca de inocente, entre otras cosas, porque el Internet sigue como un medio de comunicación elitista. El voto sigue estando en las calles.    
La realidad es que quienes aspiran a un cargo de elección popular, particularmente en ciudades urbanas, deben tener entre sus armas, una estrategia para el manejo de perfiles de Twitter o Facebook.
En esta entrega le presento una breve evaluación, hasta el día de ayer, de cómo arrancan los dos aspirantes serios a la alcaldía de Puebla capital a través de sus cuentas personales de Twitter, es decir que no se contemplan aquellos perfiles creados para apoyarlos o criticarlos.
Por número de seguidores la cuenta @enriqueaguera, atribuida al ex rector de la Buap y candidato de la coalición Mover a Puebla (PRI-Verde), Enrique Agüera Ibáñez, supera en proporción de 2 a 1 a su rival de la Coalición Puebla Unida (PAN-PRD-PANAL- CPP) y ex secretario de Infraestructura Antonio Gali Fayad, que usa la cuenta @tonygalifayad.
Es decir en términos cuantitativos, el primero cuenta con 15 mil 408 seguidores y el segundo tiene al corte de este ejercicio 7 mil 298.        
Empero las herramientas utilizadas para medir cuestiones cuantitativas también le dan ventajas al candidato priista en otras variables.
Por ejemplo, Klout, una página de Internet que cualifica la influencia social mediante fórmulas matemáticas y estadísticas, brinda una calificación de 72 a Enrique Agüera y de 64 a Antonio Gali, en una escala de cero a 100.  
Tweet Level, otra herramienta para medir la penetración de perfiles en el sitio de microblogging de los 140 caracteres, otorga una calificación en influencia de 67.8 del primero sobre 65.6 del segundo. En popularidad, Agüera cuenta con 67.8 mientras que Gali 59.9, en cuanto a lealtad de sus seguidores, los papeles se invierten pues el priista alcanzó 51.7, mientras que el abanderado del PAN obtuvo 55.2 y en cuanto a verdad el primero figuró con 43.3 contra los 44.5 del segundo.      
Para este sitio el aspirante de Mover a Puebla está en una clasificación donde sus ideas son respetadas, mientras que el de Puebla Unida figura un poco más abajo, con un rango intermedio entre curador y generador de ideas respetadas.   
Un dato interesante que la página Fake Followe Check arroja es que de los seguidores a la cuenta @enriqueaguera solamente el 66 por ciento son reales, un 28 por ciento se encuentran inactivos y otro 6 por ciento corresponde a cuentas falsas o basura.
La cuenta @tonygalifayad tiene el 71 por ciento de cuentas buenas, 21 por ciento de inactivas y 4 de falsas.
Un dato que pesa a favor de Gali es que de acuerdo al sitio followerwonk mientras Agüera Ibáñez  alcanza un promedio de 11 nuevos seguidores por día, el ex funcionario morenovallista logra 34. Esta situación también se refleja en el número de tuits que ambos generan.
El del PRI produce un promedio de 6 tuits a la semana y el del PAN 75.   
Para esta aplicación la “autoridad social” de Gali es de 62 y la de Agüera es de 46. 
Esta misma herramienta permite saber que de los 19 mil 935 seguidores que en conjunto tienen ambos políticos, 2 mil 771 son compartidos, lo que equivale al 13.9 por ciento de ese universo. El 63.4 por ciento es para el ex rector y el 22.7 por ciento le queda a su oponente.     

Hasta el próximo miércoles.

salvadorrios@hotmail.com

Twitter: @elsalvadorrios
        

martes, 16 de abril de 2013

El timing se le va a Agüera

Puebla Unida 

Dicen los expertos en mercadotecnia política que el candidato que logra controlar la agenda de los temas de campaña genera un impacto psicológico favorable hacia sus potenciales votantes y en consecuencia resta relevancia y brillo a sus adversarios. 
En otras palabras, aquel aspirante que logra colocar un tema, como una suerte de gancho al hígado, genera como reacción que su oponente se repliegue y asuma una conducta defensiva.  
El candidato afectado debe pensar en cómo reaccionar, en lugar de planificar su timing o de canalizar sus esfuerzos hacia los temas que le interesa difundir. 
Aquel que logra conducir por esta vía su campaña, la de imponer la agenda, limita el crecimiento de su oponente, tiene ventaja en la discusión y más aún, forzar una reacción de su rival, genera una percepción de poder.             

Y me parece que en cuestión de percepción, cuando aún no arrancan formalmente las campañas, las primeras apariciones de Enrique Agüera Ibáñez y de Antonio Gali Fayad ya como claros candidatos a la alcaldía de Puebla tienen matices que le son desfavorables al ex rector de la BUAP.         
El “soy orgullosamente poblano” del ex secretario de Infraestructura lanzado en su primer mitin generó la reacción deseada: molestia de su oponente y que justificara su participación en la contienda electoral para luego intentar reaccionar con otro tema, el de la inseguridad, que ciertamente jugará un papel importante en los comicios del 7 de julio.         
Sería prematuro decir que este comienzo sea definitorio para que alguno de los dos tenga el triunfo, pero las fotografías de inicio reflejan una estrategia más estructurada del que será el candidato de la coalición Puebla Unida sobre el de Mover a Puebla.  

Mover a Puebla 
Aunque sus discursos, digamos, de presentación, fueron similares en tiempo y demagogia, el que pronunció Agüera el 2 de abril se escuchó pausado, improvisado y con frases ajenas a gobiernos priistas, el que utilizó Gali el pasado domingo fue más estructurado.         

Mientras que el mitin de Agüera se vio como un acto eminentemente priista, con los tradicionales apoyos de los sectores, el de Gali se ocupó de ligarlo con la coalición que representa; más aun, en el templete y los utilitarios repartidos a los asistentes manejó frases concretas: “construyendo el futuro para ti” y “Puebla unida por ti”, que ya son conceptos de una campaña en forma. Que sea objeto de posibles denuncias es otra cosa.
Dicho está de paso que los asesores de Enrique Agüera deberían de ayudarle a asimilar su transición de rector a candidato pues le puede pasar lo mismo que a su correligionario Mario Montero Serrano, que en su campaña, también por la alcaldía de Puebla, nunca dejó de sentirse secretario de Gobernación.   
***
Las señales de que Antonio Gali Fayad se convertiría en candidato del PAN (que no panista) su abanderado con miras a suceder a Eduardo Rivera Pérez, llevan meses en el aire, pero los optimismos de quienes estaban en la idea de que podrían darle la batalla al entonces secretario de Infraestructura del Gobierno del Estado se dilapidaron la tarde del 3 de marzo.        
Ese día en la comida celebrada en Casa Puebla y a la que fueron citados los cuatro suspirantes se les mostraron dos mediciones, una de las cuales no trascendió para evitar herir las susceptibilidades de quienes fueron medidos.
Para ese entonces, las preferencias demoscópicas entre quienes se dijeron panistas estuvieron muy desiguales.  
El entonces secretario de Infraestructura obtuvo el 51 por ciento de las preferencias, seguido del ex titular de la Secretaría de Salud, Jorge Aguilar Chedrahui con el 25 por ciento, Pablo Rodríguez Regordosa, ex secretario de Competitividad Trabajo y Desarrollo Económico logró apenas 9 puntos y el ex presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Franco Rodríguez Álvarez, llegó al 3 por ciento.
La estrategia, recursos, recursos, recursos y manejo de tiempos que el puntero utilizó, hizo que los otros tres se convencieran de que no tenían nada con qué pelear; como quien dice, les comieron el mandado.  

Hasta el próximo miércoles.

salvadorrios@hotmail.com
Twitter: @elsalvadorrios